la imperfección de el mortal.

agarrados a nuestras raíces materiales, miramos al cielo, porque de el nos fluyen ondas, que nuestra mente va captando, miramos una y otra vez, porque sentimos la mirada de unos extraños, que en su invisibilidad nos manda sentimientos de amarnos.

somos maquinas, de una materia sensible, donde la esencia y el alma dentro conviven, aprendemos de la vida a través de nuestras experiencias, de dolores y alegrías, vamos sintiendo que la tierra, es algo mas que una esfera, que tiene vida propia, ella ama y sueña, es un ser vivo que en el universo gravita en su existencia.

como hijos del universo damos luz a nuestros cuerpos, para que la madre tierra sienta, que ella es también conciencia, además de sus cuatro elementos, vamos sobre la marcha, unas veces al andar caemos, pero al final de nuestra estancia, ellos vienen a recogernos.

la imperfección del mortal, es un hecho, por eso tenemos que amar, para que fluya el sentimiento, de que la luz es el amor y eso es la raíz del universo, que desde un abrazo a una caricia, desde un simple beso, llegan las sintonías que nos llena, el alma como seres de luz, de donde procedemos.

valen.