La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. La creatividad es sinónimo del "pensamiento original", la "imaginación constructiva" o el "pensamiento creativo".
El pensamiento original es un proceso mental que nace de la imaginación. En general se ha comprobado que el individuo creativo tiende a ser introvertido, necesita largos periodos de soledad y suele ser enormemente intuitivo.
Las variables más frecuentemente utilizadas para medir la creatividad son:
Fluidez: es la capacidad para producir ideas y asociaciones de ideas sobre un concepto, objeto o situación.
Flexibilidad: es la capacidad de adaptarse rápidamente a las situaciones nuevas u obstáculos imprevistos, acudiendo a nuestras anteriores experiencias y adaptándolas al nuevo entorno.
Originalidad: es la facilidad para ver las cosas, de forma única y diferente.
Elaboración: grado de acabado. Es la capacidad que hace posible construir cualquier cosa partiendo de una información previa.
Sensibilidad: es la capacidad de captar los problemas, la apertura frente al entorno, la cualidad que enfoca el interés hacia personas, cosas o situaciones externas al individuo.
Redefinición: es la habilidad para entender ideas, conceptos u objetos de manera diferente a como se había hecho hasta entonces, aprovechándolos para fines completamente nuevos.
Abstracción: se refiere a la capacidad de analizar los componentes de un proyecto y de comprender las relaciones entre esos componentes; es decir, extraer detalles de un todo ya elaborado.
Síntesis: lo opuesto a la abstracción, es la capacidad de combinar varios componentes para llegar a un todo creativo.
